miércoles, 20 de febrero de 2013

En el Stadtmuseum de Múnich

Las puertas del Stadtmuseum de Munich se me abrieron ayer por la mañana, y pude gozar de una visita memorable. Memorable por los incontables tesoros que posee y especialmente por la preciosa colección de títeres y otros elementos relacionados con la temática que me ha llevado hasta aquí: el señor Kasperl, héroe de los teatros populares del mundo germánico.

Con los dos titiriteros del Dr.Döblingers Kasperltheater, en
la cafetería del Stadtsmuseum.
Antes de entrar, tuve una buena charla con los dos titiriteros del Dr.Döblingers Kasperltheater, Josef Parzefall y Richard Oehmann, a quiénes veré hoy actuar por la tarde con su espectáculo. Estos dos jóvenes cómicos han sacudido los viejos clichés del Kasperl de toda la vida y lo interpretan siguiendo los trazos de la tradición pero con aportaciones propias y desenfadadas, sacando todo el jugo a sus jugosos personajes. Hoy podré hablar del asunto tras ver su actuación. Charlando con ellos me di cuenta de la fuerza que tienen estos personajes que cruzan los siglos como si nada, y que a pesar de todo el polvo y la caspa que arrastran, consiguen despertar el interés de los jóvenes del siglo XXI, dando la vuelta a algunas cosas e incorporando otras. Lo que confirma mi punto de vista sobre el tema, y es que la vida de los Polichinelas del mundo goza de un gran momento, con muchos puntos a favor para que duren más allá de lo que la robótica y la inteligencia artificial parece querer permitirles.

Marioneta de Harry Kramer.
El Stadtsmuseum es un museo de la ciudad que agrupa lo que normalmente no cabe en los museos habituales dedicados a las bellas artes o a los oficios considerados como habituales e indispensables de una ciudad. Una de esas rarezas es la ingente colección de títeres y marionetas de todas las épocas que reúne, y que ocupa el último piso del edificio. Parecer ser que lo que se encuentra en los almacenes supera lo que está expuesto, como suele suceder en la mayoría de los buenos museos del mundo, pero desde luego lo que está visible es de una calidad extraordinaria. Sin pretender dar con una visión global del títere en cuando a técnicas y costunmbre, en cierto modo lo consigue a través del muestrario de la marioneta en el ámbito germano, desde sus elementos más populares y simples, entre los que destaca el mundo de Kasperl en sus distintas facetas y formas, hasta las más sofisticadas experiencias de las vanguardias del siglo XIX y XX, con muestras de altísimo valor.

Taller del profssdor Walter Oberholzer.
Por sólo mencionar algunos nombres, hay  las marionetas que se utilizaron para el estreno de algunas óperas de Paul Hindemith, o del Retablo de Maese Pedro de Falla, a cargo del Teatro de Marionetas de Munich, obras del Mechanisches Theater "Die Klappe", de Göttingen, el cabaret de Fred Schneckenburger, de Düsserdolf (1959), obras increíbles de Harry Kramer, piezas del Hochschule der Künste, de Berlín (1966), marionetas de Walter Oberholzer, de quién se reproduce también su sugerente taller, con algunas marionetas a medio hacer, o las famosas marionetas de O.Gulbransson realizadas entre 1928-29, que reproducen a personalidades históricas con Goethe en el centro, o las marionetas de Enrico Baj hechas con piezas del Mecano...

Detalle del frontispicio del teatro de Kasperl obra del
prof. Holzapfel.
Pero si regresamos al mundo de Kasperl, aquí las figuras expuestas son francamente excepcionales. Existe una sala especialmente dedicada al personaje, que reproduce un pequeño teatrillo, con un bello proscenio obra del profesor Holzapfel, de Munich con un par de títeres, un Kasperl y un Gendarme, de Bühne Karl Dehner (1920-30), tambié de Munich.

Pero las colecciones de varios grupos de personajes pertenecientes a espectáculo de Kasperl se suceden uno tras otro, mostrando las distintas caras del personaje. Se distinguen aquñi muy bien las dos modalidades que suele tener Kasperl, como títere de guante o como marioneta de hilo o de vara. En el primer caso, aparece su rostro más exagerado y truhanesco, semejante al de Punch, Petrushka y otros parientes próximos. En la versión de hilo, además de su mayor elegancia -solía servir de criado en casas de señores- suele llevar bigote y perilla, como ya vimos en el Kaspar y Kasparec de Praga. En realidad, son los mismos personajes, que las culturas locales se apropiaron al hacerles hablar con sus lenguas respectivas. 

Grupo con Kasperl al centrpo de Karl Nirkemneier (1900).
Continuaremos con más imágenes y explicaciones.

















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