(imagen de Félix Manlleu. Sacada del artículo de Adolfo Ayuso "Félix Manlleu: Domador de Leones y Hombre del Guiñol", publicado en Fantoche nº2, 2008)
Mis Rutas de Polichinela me han llevado en esta ocasión a Madrid, aprovechando mis actuaciones en el Festival Teatralia. En efecto, actué el pasado fin de semana en La Casa Encendida -maravilloso lugar, por cierto, con un público que llenó los dos días la sala y unos técnicos y encargados que me hicieron sentir como en casa-, y el próximo lo haré en Torrelaguna y Alcorcón. Luego el siguiente fin de semana tocará Hoyo de Manzanares y San Sebastiá de los Reyes. Para más información sobre Teatralia, pulsar aquí.
Madrid cuenta con largas tradiciones titiriteras, que se remontan al Siglo de Oro y que encontramos durante los siglos posteriores (para su estudio, ver el ya canónico libro de J.E.Varey "Los títeres y otras diversiones populares de Madrid: 1758-1840. Estudio y Documentos"). A finales del XIX y primera mitad del XX, Madrid vive la misma explosión titiritera que existió en toda Europa, y que se caracterizó por la presencia de numerosas compañías de titiriteros que recorrían los pueblos y las ciudades españolas. Son el tipo de compañías que existían también en Portugal y de las que se conservan unas buenas colecciones de títeres y de imágenes fotográficas, todas ellas visibles en el Museu da Marioneta de Lisboa.
Existen pocos estudios de esta época, y los interesados estamos esperando en candeletas la aparición del anunciado volumen sobre la Historia de los Títeres en España de Adolfo Ayuso, que por lo visto se halla ya muy avanzado. De este médico, estudioso y autor de textos para títeres, habría que destacar el artículo publicado en la revista Fantoche nº2 (2008) de Unima Federación España "Félix Manlleu: Domador de Leones y Hombre del Guiñol", dónde se explica cómo este insólito personaje que fue Don Félix Manlleu, pasó de ser domador de leones a ser titiritero, figura habitual en el Paseo de los Rosales y también en el Parque del Retiro. Manlleu fue el titiritero que Buñuel y García Lorca llevaron a la Residencia de Estudiantes en el año 1922 y que tanto influyó en la visión teatral de ambos artistas. De capital importancia en este asunto es la conferencia que dio Buñuel sobre Teatro de Títeres en la Residencia de Estudiantes (conferencia publicada en el libro "Recordando a Luis Buñuel", de Pedro Christian García Buñuel, DPZ y Ayuntamiento de Zaragoza. Zaragoza, 1985). Quién esté interesado en la figura de Manlleu, le recomienda lea el citado artículo de Adolfo Ayuso publicado en Fantoche.
Manlleu, granadino de nacimiento, aprendió por lo visto a hacer títeres de niño, seguramente enrolado en alguna de las compañías que representaban Don cristóbal por Andalucía. Cuando su estrella de domador languideció, tuvo que recurrir a los títeres para ganarse el sustento. Dado el interés que despertó en los jóvenes intelectuales de la época, debería destacar por su buena técnica y por presentar un repertorio clásico y tradicional de Don Cristóbal. Se sabe poco del mismo, pero sí que utilizaba lengüeta, que tenía cinco personajes femeninos y que el diablo era otro de los personajes habituales (fuente: artículo citado de Adolfo Ayuso).
(portada del libro de Francisco Porras "Titelles, Teatro Popular")
Pero el Madrid titiritero llega a la segunda mitad del sigle XX con un buen acopio de titiriteros que en los difíciles años de la posguerra siguen llevando sus retablos por la ciudad, y muy especialmente al Parque del Buen Retiro. Hay que mencionar aquí a Talio, a Don Redondón (que luego fue a México y cuyo hijo, Víctor Torres, prosiguió ya en Madrid su carrera de titiritero), y al inefable Porras, también conocido por "El Titiritero del Retiro", excéntrico y ególatra, y uno de los personajes titiriteros fundamentales de los setenta y los ochenta en Madrid. Sus libros, resultado de una entrega apasionada a su vocación investigadora, siguen siendo un referente obligado sobre muchos de los temas aquí tratados.
Puede decirse que en esta segunda mitad del siglo XX, la actividad titiritera en la capital es desbordante y ha dado un sinfín de nuevas compañías de mucho interés. Además del Teatrillo del Retiro, habría que mencionar a la Sala Pradillo fundada por la Tartana y que hoy dirige Juan Muñoz.
De todas estas realidades voy a indagar, charlando con unos y con otros, recogiendo anécdotas, datos e imágenes de interés.
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