Llegada a Tolosa. Miguel Arreche y el concierto de órgano.
Los plazos se van cumpliendo, y lo que hace años parecía
casi una quimera o un simple deseo, se ha hecho realidad este mes de octubre de
2013. Sí, la exposición largamente pensada con Miguel Arreche e Idoya Otegui en
2010, tras largas reuniones de cómo podría ser, acaba de abrir sus puertas
gracias al ingente trabajo y al gusto exquisito de María San Sebastián,
responsable de exposiciones del TOPIC.
El edificio del TOPIC |
Y lo mismo cabe decir del libro “Rutas de Polichinela.
Títeres y Ciudades de Europa”, elaborado durante los últimos tres años como
este blog ha testimoniado en el día a día: su versión castellana ya se ha publicado
para ser en breve distribuida por los cauces habituales.
Me dirigí a la ciudad del valle del Oria el pasado viernes
18 de octubre no sólo para ver la exposición, sino porque había sido contratado
para una actuación con mi último espectáculo “Locuras de Polichinela”. Me
acompañaba la titiritera Marga Carbonell, constructora de los títeres y técnica
en esta ocasión. Nada más instalarnos en el apartamento que tiene el TOPIC en
su parte trasera, salimos a pasear por la ciudad. Era la primera vez que Marga
acudía a Tolosa y pensé que sería bueno callejear por la parte vieja, la de las
calles estrechas y los bares de copas.
Parroquia de Santa María |
Tras un par de vinos y unos pinchos, tropezamos sin querer
con la Plaza Santa María, donde se encuentra la parroquia del mismo nombre, y
vimos que la puerta estaba abierta. Curioso, pensé, a estas horas –eran las
nueve de la noche– las iglesias suelen estar cerradas. Entramos y al acto comprendimos
lo que ocurría: unas señoras nos abordaron solícitas ofreciéndonos el programa
del concierto que estaba a punto de empezar. Según nos contaron, el órgano de
la Parroquia de Santa María es un órgano romántico de altísima calidad, de la
casa Stoltz Frères, de París, lo más granado de las casas organistas, y que
además acababa de ser restaurado. En cuanto al intérprete, Frantisek Vanicek (1969), de
origen checo, era por lo visto uno de los mejores organistas de Europa. ¡Caramba,
pensamos, aun recién aterrizados al lugar, bien valía la pena sentarse un rato
y escuchar, sobre todo tras tantas horas de coche y carretera!
Órgano de la Parroquia de Santa María de Tolosa. |
Nos sentamos y al poco rato, el órgano empezó a sonar con los
tronantes acordes de una Fanfare de
N.J. Lemmes que nos dejó patitiesos. Una gran pantalla frente al altar nos
permitía ver al organista en su cometido: un intérprete a cuatro manos, o mejor
dicho, a dos manos y dos pies, de una ejecución magistral e impecable. Tras la Fanfare, que nos dejó pegados al banco
de madera de la Parroquia de Santa María, se elevó por las altas naves de la
iglesia la Sonata IV B dur de F.Mendelssohn-Bartholdy.
¡Impresionante!
En el pasillo central, había una silueta como de ataúd pintada
en el suelo. Y entonces caí en la cuenta: justo unos días atrás, cuatro
exactamente, se celebraron aquí, en el mismo sitio, las exequias de Miguel
Arreche. Aquí se despidió de sus familiares, amigos y allegados este gran
ciudadano de Tolosa, que se tomó muy en serio sus responsabilidades cívicas, al
convertir los sueños en realidades para el bien colectivo. El órgano iba
sonando y sus notas y acordes parecían describir la vida entera de Miguel:
cuando los tubos vibraban en todo su esplendor, me parecía escuchar su voz
sonora y tronante, con la que solía a veces afirmar sus ideas y pensamientos, cuál
rayos y truenos cayendo del cielo. Cuando la música se aflautaba en lánguidos
sonidos, veía al Miguel niño, con sus ojitos llenos de curiosidad, riendo bajo
y admirado de lo que veía. De pronto, volvían a brotar las carcajadas
altisonantes a borbotones, y el ajetreo musical de notas y teclados moviéndose
alocados era el vaivén huracanado de la vida de Miguel, que un día estaba en
Cuba, el otro en Vietnam, para recalar un par de días en Australia antes de
volver a su casa, frente a la magnífica placita de toros de Tolosa.
El
amplísimo espectro musical y sonoro del órgano de la casa Stoltz Frère, capaz
de llenar por entero el inmenso espacio de la Parroquia de Santa María, se
correspondía a la misma amplitud de registros que tuvo la vida exuberante de
Miguel Arreche, capaz de convertir la pequeña ciudad de Tolosa, vieja y
desdentada tras la caída de sus industrias tradicionales, en una importante
capital mundial de los Títeres. Las manos y los pies del virtuoso organista
checo eran las manos y los pies de los miles de titiriteros que han dejado sus
huellas en esta pequeña capital del Oria, atraídos por esa música tronante de
los tubos del órgano que hoy suenan mudos pero aun más atrayentes en la Plaza
Euskal Herria, donde se levanta el antiguo Palacio de Justicia convertido en el
TOPIC. Comprendí entonces que del mismo modo que las piedras de la Parroquia de
Santa María encarnan la música del órgano que suena desde el Romanticismo, la
voz de Miguel Arreche se ha encarnado en las piedras antiguas pero renovadas
del edificio que hoy es el Centro Internacional del Títere de Tolosa. Y la
función de los tubos y los fuelles del viejo órgano restaurado la cumple en
nuestro caso las arcadas, las calles adyacentes, el público, el teatro y el
museo del antiguo Palacio de Justicia, así como los interiores de bares y
restaurantes de la plaza Euskal Herría, pétreo cojín urbano del edificio del
TOPIC. Y yendo aún más lejos, es la misma ciudad entera de Tolosa la que
encarna el vozarrón tronante y despiadado de Miguel, tan exigente en sus deseos
impetuosos como disparado en sus pretensiones. Así se alcanzan los grandes
logros, con todos los tubos del órgano puestos en solfa.
Teclados del órgano. |
Al acabar el concierto, uno de los responsables nos permitió
subir al coro y ver el órgano por detrás: una maravilla de alta tecnología artesanal
del XIX, cuando lo más avanzado de la ingeniería humana se hacía todavía con
las manos y con personas que tenían una visión completa de su obra. La
maquinación y la sociedad de masas han acabado con esa antigua tecnología manual.
Quizás sean los titiriteros los últimos artesanos creadores que quedan, aunque
ya estemos todos en lo digital… De ahí su radical importancia. En este sentido,
el TOPIC de Tolosa sería comparable a un órgano de la casa Stoltz Frères, bien
restaurado y con algunos mecanismo digitales, eso sí, en el que con solo dos
manos y dos pies es posible crear mundos y llenar espacios…
Pienso que las grandes obras están siempre por encima de sus
creadores. Miguel Arreche murió y su legado es todo lo que nos deja: su nombre
y su espíritu estarán siempre asociados a este legado. Una obra que hoy se
eleva alegre y fastuosa.
Idoya Otegui, junto a todo su magnífico equipo que la rodea,
continúa ahora la obra creada por ella y por Miguel. Las piedras mandan y los
contenidos orientan. Hoy, es Polichinela quién se ha instalado en el TOPIC. Es
un regreso a los orígenes. Su risa arcaica se encuentra a gusto en el antiguo
Palacio de Justicia, convertido en un templo de los títeres. La antigua balanza
de la señora ciega es hoy la dualidad dinámica del arte titiritero, y las risas
de Miguel retumban sordas en lo que antes era la cárcel provincial y se
confunden con las de Polichinela: los platos de la Justicia vuelan por los aires
mientras la balanza, marioneta colgada
de un hilo, se queda sin brazos.
La Plaza de Euskal Herria con el TOPIC al fondo, de noche. |
Salimos de la Parroquia de Santa María. En las casi dos
horas de concierto, me he sentido reconciliado con la vida y con la muerte.
Miguel ya no está, pero como suele ocurrir con las grandes personas, sigue tan
vivo como siempre. Volvemos a la Plaza Euskal Herría y entramos en uno de los bares.
Pronto la realidad se impone. Mañana veré la exposición y por la tarde,
función.
La exposición “Rutas
de Polichinela”
Lo primero que hay que decir es que ha sido de larga gestación.
Empezamos a hablar de ella en el 2010, cuando yo inicié mi proyecto de Rutas de
Polichinela: viajar y escribir un libro sobre títeres y ciudades, con el
denominador común del arquetipo polichinesco. Pensé, ¿por qué no proponer al TOPIC
una exposición que permita visualizar esta realidad tan interesante que es la
Europa de Polichinela? Mapas, tradiciones y ciudades.
Charlamos largamente del asunto con Idoya y Miguel, y la cosa
quedó clara muy rápidamente. Habría que buscar muchos de los títeres, pues el
fondo del museo, en aquel momento, estaba escaso en polichinelas. María San Sebastián
tomó en seguida las riendas operativas del asunto, y el engranaje ejecutivo del
TOPIC, de una eficacia envidiable, empezó a trabajar.
Puertas de entrada de la exposición. |
Debo decir que mi participación en la misma ha sido
tangencial, pues lo mío estaba en los viajes y en la escritura. Me encargué,
eso sí, de los textos del catálogo. Fueron dos recorridos que empezaron juntos
y debían terminar juntos: la exposición y el libro. Y así ha sido, para asombro
de mi mismo, pues no siempre los deseos y los planes se cumplen al cien por
cien. El 18 de octubre abrió sus puertas la exposición Rutas de Polichinela, y
el mismo día fui a buscar en una empresa leridana de encuadernación los
paquetes del libro “Rutas de Polichinela. Títeres y Ciudades de Europa” que
correspondían al TOPIC, que también ha colaborado en la publicación del libro,
editado por Arola Editors.
Libro y exposición se complementan y nacen juntos, tras
haber sido ambos gestados al mismo tiempo. Al libro todavía le faltan, a fecha
de hoy, algunos días para su distribución. En cuanto a la exposición, puede
verse ya acudiendo al TOPIC de Tolosa.
Debo decir que quedé impresionado del trabajo realizado por
María San Sebastián, que culmina los esfuerzos de todo el equipo dirigido por
Miguel e Idoya. La exposición es, creo, única, no sólo por su exhaustividad,
sino por su planteamiento profundamente europeísta, de contenido casi político
o ideológico, en un sentido muy positivo: mostrar cómo las diferencias unen, es
decir, cómo las distintas tradiciones dialogan entre sí, y que a pesar de sus
profundas diferencias (gracias a ellas, yo diría), hablan todas un mismo
lenguaje de fondo, con los denominadores comunes del humor, la rebeldía, el
espíritu profundamente vital del individuo libre, y los enfrentamientos con el
poder y con las realidades eternas del drama humano: la muerte, el diablo, el
verdugo, los ricos o los monstruos de la imaginación.
Pulcinella, de Bruno Leone. |
La exposición muestra a los distintos polichinelas europeos,
entre los que se incluye al Karagöz turco y al Mobarak iraní, lo que indica una
concepción muy amplia y abierta de lo que puede considerarse Europa. ¿Acaso no
nació la bella Europa en lo que es hoy Líbano, princesa fenicia raptada por
Zeus transformado en un toro blanco?...
Nada más entrar en la sala de exposiciones temporales, el
visitante se encuentra con Pulcinella, la matriz napolitana de todo el asunto,
un títere de Bruno Leone hecho ex-profeso para la exposición. Y, a su
izquierda, se abre el inmenso mapa de Europa en el que se indican con números a
los distintos personajes que conforman la familia europea de los polichinelas.
Este mapa imprime a la exposición un profundo carácter y la dota de un enorme
valor añadido, casi político y profundamente ideológico, como antes se ha
dicho, en el que se habla de cómo estas tradiciones tan distintas entre sí, en
vez de separar, unen a las distintas culturas y ciudades europeas.
Mapa con las señalizaciones de los distintos personajes. |
Frente al mapa, se despliegan los primeros cuadros de los
títeres expuestos, agrupados por su procedencia, tradición o personaje
principal. Ahí están los compinches de Pulcinella en los guaratelle de Nápoles, un elenco entero obra de Bruno Leone encargo
del TOPIC. Un elegante Polichinelle francés luce sus galas en compañía de una bonita mujer. A su lado, posan dos magníficos Guignol y Gnafron, junto a un grupo
de los personajes del Guignol de Lyon, que tanta predicación tuvo en toda
Europa. Siguen dos cuadros de títeres italianos, con máscaras procedentes de
distintas ciudades, el primero de ellos con los zanni Arlequino, Brighella, el Gioppino de
Bérgamo con sus tres bocios, el viejo Tartaglia de gafas redondas, Colombina,
la deseada y eterna enamorada, el zanni
Meneghino de Milán y Fagiolino de Bologna; y el segundo cuadro de los títeres
italianos, muestra un impactante diablo, Garibaldi, un carabiniere y otros
personajes habituales de los escenarios de títeres.
Los guaratelle de Bruno Leone |
Polichinelle y su amiga, construidos por Petr y Katia Rezac. |
Guignol y sus amigos. |
A continuación viene un formidable elenco del Punch and Judy,
con una Muerte de inquietante rostro y una Judy de impacto con su Baby en el
regazo. Y siguen las tradiciones del Mester Jakel de Copenhague, el Jan
Klaassen de Amsterdam, los Kasperls de Frieder Simon de Halle, un clásico Vitez
Lazlo acompañado del Diablo, de Budapest, y un pequeño Kasparec de cara oscursa
y diabólica.
Gioppino de Bérgamo. |
Arlequino con Tartaglia al fondo. |
Muerte y Payaso, del grupo del Punch and Judy. |
El Verdugo y el policia, del grupo de Punch and Judy. |
Mester Jakel y esposa. |
Vasilache y Marioara. |
Nanesse |
Petrushka también está y el Vasilache de Rumanía junto a su mujer
Marioara, un préstamos del Teatro Tandarica. En una esquina, tres personajes
nos saludan junto a una columna: son Pierke, de Gante, y Tchantches y Nannesse,
de Lieja.
Dos de los Don Cristóables Polichinelas de Helena Millán. |
El grupo de los tres bellos Don Cristóbales Polichinelas,
obra de Helena Millán, centra la atención del visitante: tres rostros expresivos
y potentes, que encajan a la perfección con la psicología del viejo truhán
español. Un trabajo, el de Helena Millán, exquisito y riguroso. A su lado, dos
títeres catalanes cedidos por Titelles Vergés: un Pericu Titella con barretina y
un Diablo, como es de obligación en la tradición catalana, que gusta mucho de
la escatología infernal. Luego, otro de los grupos de impacto: los
Robertos de Manuel Rosado, procedentes del Museu da Marioneta de Lisboa. Nueve portentosos
títeres que constituyen una de las joyas de la exposición. Me impresiona el que
lleva una máscara roja, una figura que no conocía. Y casi enfrente, otra joya:
el insólito cuadro de las marionetas del Mobarak iraní. Pequeñas marionetas de varilla
con unos rasgos que recuerdan el arte oriental de las miniaturas. En el centro,
Mobarak, personaje de color negro como manda la tradición y sin bonete rojo –como
se le suele representar. O lo ha perdido o constituye una de sus variantes. Lo
vi actuar una vez en un festival de Holanda y me impresionó el grado de
vitalidad que mostraba, hablando el titiritero con una lengüeta.
Pericu Titella y el Diablo, de Titelles Vergés. |
Mobarak. |
Roberto de Manuel Rosado. Museu da Marioneta de Lisboa. |
Roberto con máscara. Museu da Marioneta de Lisboa. |
Roberto de Manuel Rosado. Museu da Marioneta de Lisboa. |
Al lado de las marionetas de Irán, una gran pantalla nos
muestra a un par de figuras del Karagosis griego y, junto a ellas, un completo
grupo de personajes del Karagöz turco, siluetas de Cengiz Özek realizadas
ex-profeso para la exposición bajo encargo del TOPIC. Una ejecución impecable
como es propio del maestro Özek, que gusta trabajar con un gran refinamiento –además
de actor y titiritero, es y ha sido un riguroso restaurador de antigüedades,
especialmente en el campo de la pintura.
Sombras griegas del Karagosis y turcas del Karagöz. |
El ala derecha de la sala de exposiciones está ocupada por
cinco vistosos retablos que dan una idea cabal de los escenarios donde suelen
moverse nuestros personajes: un retablo de los Titelles Vergés, con un bonito
decorado antiguo; un teatrillo de Punch and Judy con Punch en el centro del
escenario; un retablo de la colección de Mariona Masgrau que esconde en su boca
un video donde se proyectan escenas de títeres (vale la pena aquí detenerse y contemplar
las secuencias propuestas, magníficas y muy representativas de algunas de las
tradiciones), un retablo del Vecchio San Carlino realizado por Bruno Leone, con
un fraile y el perro en plena acción paralizada en el tiempo, y, para acabar,
un bello retablo del Dom Roberto, con un elenco completo de títeres obra de José
Gil, que el titiritero portugués ha cedido al TOPIC de Tolosa.
Retablo de Bruno Leone. |
Retablo de Dom Roberto. Robertos de José Gil. |
En resumidas cuentas: una exposición que nos ofrece un precioso
recorrido por las distintas tradiciones europeas, que tan pocas veces se ven juntas
y con semejante exhaustividad, y que nos dan una perfecta y casi diría completa
idea de esta realidad europea de los títeres.
La exposición de Tolosa podrá verse también en Lisboa, transformada
y seguramente ampliada por los fondos propios del Museu da Marioneta
(especialmente en lo que se refiere al apartado de los Robertos), más las otras
adquisiciones que tenga a bien incluir la directora del Museu, María José
Machado Santos. Será una nueva oportunidad para saciarnos del elixir que
destilan estas tradiciones europeas de títeres rebeldes y vitalistas, de cuya
sabia tan necesitados estamos hoy los europeos. Quizás haya todavía nuevos
lugares donde puedan recalar, pero no nos avancemos a los hechos. De momento,
la cita está en Tolosa hasta el mes de marzo. ¡Una cita que no hay que perderse!
El libro
Ya hemos dicho antes que la exposición ha ido pareja a la
escritura del libro “Rutas de
Polichinela. Títeres y Ciudades de Europa”. Un libro de cuya elaboración el
lector de este blog ha sido testigo directo o indirecto, según su frecuencia
visitante. Presentamos aquí su portada y su contraportada, para que el futuro y
posible lector vaya entrando en materia.
Portada |
Lo bueno del libro es que tiene profusión de imágenes –en blanco
y negro, lo que no deja de ser una ventaja, pues me ha
permitido publicar imágenes tomadas durante los viajes por mi pequeña cámara,
cosa que sería imposible en un libro a todo color–, imágenes que aclaran e
ilustran buena parte de lo que se habla.
Contraportada. |
El libro, que puede calificarse de viaje y de títeres, o de
ciudades y de títeres, en un porcentaje casi del cincuenta por ciento, creo que
gustará al lector, sea especializado o no. Se ha intentado que los capítulos,
que corresponden cada uno a una ciudad diferente, sean todos distintos entre sí,
aunque evidentemente algunos recorridos y temáticas se repiten. De todas
formas, es el lector quién deberá opinar en última instancia sobre el libro –cosa
que esperamos suceda en breve.
Añadimos para terminar que en pocos días, cuando el libro ya
esté en circulación, publicaremos la manera de poderlo adquirir, facilitando al
interesado los enlaces correspondientes.
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