Un canal en Amsterdam. |
Encuentro con Wim Kerkhove.
Wim Kerkhove. |
El jan Klaassen de Wim Kerkhove. |
- El último maestro que actuaba en el Dam con regularidad fue Daan Kersbergen, a quién considero mi maestro, aunque debo decir que sólo lo vi actuar una sola vez, pues se puso enfermo y murió muy repentinamente. Él estuvo hasta 1980 en el Dam y cuando quise aprender de él, me encontré con el vacío. Tuve la suerte de conocerle y de ver algo de su arte. Pero era insuficiente para poder profundizar en el personaje. Por suerte, existe un libro de 1969 escrito por Wim Meillink titulado "Doopceel van Jan Claeszen", que significa "la Vida y la Historia de Jan Klaassen", donde se resume todo lo que se podía saber sobre él, incluso con algunos textos. Me lo tragué entero, pero decidí que esto no bastaba y que debía conocer las otras tradiciones semejantes a la de Jan Klaassen. Para ello, me puse a viajar y así conocí a muchos titiriteros de toda Europa: traté mucho a Martin Bridle y a John Styles, ilustres Professors of Punch and Judy, a Bruno Leone de Nápoles con su Pulcinella, al Polichinelle de Philippe Casidanus de París, a Frieder Simon de Halle con su Kasperl, a Anton Anderle, de Bratislava... De ahí saqué muchas conclusiones e ideas, que me sirvieron para crear lo que debería ser mi Jan Klaassen.
Katrina y el Baby |
Para Wim Kerkhove, el origen del personaje está claro: procede directamente del Pulcinella de la Comedia del arte, que de aquí pasó a los títeres. Respecto al origen del nombre Jan Klaassen, menciona la teoría del trompetista que se hizo titiritero.
Como explica Hetty Paërl, la gran especialista en el personaje, en el artículo de la Encyclopédie de la Marionnette y en tantos de sus libros, un trompetista llamado Jan Klaaszoon, lugarteniente de Las Provincias Unidas, se quedó sin trabajo al morir Guillermo II de Nassau, en 1652. Al tomar el poder Jean de Witt, representante de la burguesía oligarca, barre a los partidarios del antiguo régimen, los Orangistas. Nuestro trompetista tuvo que trasladarse a Amsterdam, donde realizó funciones de titiritero con obras críticas contra los gobernantes. Fue tal el éxito obtenido, que el personaje principal, que quizás fuera Polichinela, acabó llamándose como el titiritero, Jan Klaassen.
- Pero quién te contará todo esto con detalle es Hetty Paërl: ella vive además en el mismo barrio, casi en el mismo lugar, donde se supone que vivió Jan Klaassen.
Escena de la Muerte. |
- Yo diría que Jan Klaassen, comparado con Punch, es menos cruel. También bate a todo el mundo, por supuesto, a la muerte, al diablo y al general, pero no mata ni a su mujer ni al baby. Una de sus acaracterística principales es que siempre se está peleando con Katrina, su esposa, una mujer de carácter. Inlcuso acaban divorciándose. Y aquí habría que hablar de otra teoría sobre el origen del personaje, que dice que fue un matrimonio que existió de verdad: se han encontrado sus nombres en los registros de una parroquia, y su acta de divorcio. Sus peleas se hicieron famosas y dice la teoría que ellos fueron los primeros titiriteros o quizás en quiénes se inspiraron aquéllos para definir a sus dos personajes principales. Otra característica es que ambos pueden ser muy infieles, tener aventuras cada uno por separado, aunque al final acaban reencontrándose.
¿No será eso una anticipación clara de la gran libertad que la mujer ha alcanzado hoy en Holanda, uno de los países más avanzados en igualdad de sexos y libertad sexual? Eso al menos es lo que rezan los programas publicitarios de Amsterdam.
Wim Kerkhive con Jan Klaassen en el Dam. |
- Es una combinación de los dos recursos. Al menos eso es lo que yo hago. Piensa que mi Jan Klaassen es una creación propia, pues aunque esté inspirado en los datos de la tradición, tuve que interpretarlos a mi manera y hacérmelos míos. Y a mi me gusta jugar tanto con los ritmos de manipulación como con los juegos de palabras y sobre todo con los equívocos. Jan Klaassen lo entiende todo a su manera, que suele ser diferente a como lo entienden las demás personas. Y esto le da mucha comicidad.
- Otra característica de los dos personajes principales es que beben mucho. Ambos, marido y mujer, pueden acabar borrachos. Y también Jan Klaassen tiene el derecho a hablar con plena libertad delante de las autoridades. Por ejemplo, en las asambleas de la ciudad y delante del Burgmaster, él puede cantar las cuarenta a los políticos, criticarlos, decir lo que piensa o proponer sus soluciones.
Otro personaje de Wim Kerkhove. |
- Para mi, esta posibilidad es muy importante. Piensa que yo empiezo a hacer títeres en una época de mucha contestación política, y con el teatro de marionetas encontré un lenguaje que me permitía criticar y hacer agitación callejera fuera de los partidos y con una libertad total. Cuando Jan Klaassen pega al General, en realidad está pegando a la Autoridad y poniendo en la picota a todo el Sistema. Eso era algo que aproveché para mis espectáculos, que en una época fueron bastante políticos y contestatarios.
Le pregunto sobre la lengüeta.
- Yo no la uso. Pero cuando se solía utilizar, era para hacer la voz del Diablo, nunca la de Jan Klaassen.
Una novedad, desde luego, que desconocía. Le pregunto sobre los títeres en el Dam (la plaza principal de la ciudad, donde se encuentra el Palacio Real, que fue construído para ser el Ayuntamiento):
Foto tras el encuentro. |
¿Tienes alumnos?, le pregunto.
- Cuando tuve problemas de salud para continuar, decidí que había llegado el momento de enseñar lo que había aprendido. He abierto una escuela especializada en Jan Klaassen. El primer curso dura 4 meses, con una clase semanal de tres horas y muchas horas de trabajo en casa. Al acabar, hay la posibilidad de hacer unos stages actuando en la plaza del Dam los meses de verano. En este momento tengo 17 alumnos, y mi idea es crear una Asociación que otorgue certificados de aprendizaje de Jan Klaassen.
La mejor manera, sin duda, de garantizar el futuro al personaje. Según me cuenta Wim, uno de sus alumnos, muy dotado, puede substituirle en muchos casos, de modo que la continuidad hoy por hoy está asegurada. Nos despedimos muy contentos de habernos conocido y con promesas de mantener un fuído contacto.
Charla con Hetty Paërl.
Hetty Paërl junto con una pintura suya en la que aparecen sus dos amigos Wim Kerkhove y Jan Klaassen. |
Habíamos quedado en su casa, en el barrio llamado Jordaan, antiguamente muy pobre, hoy convertido en uno de los lugares más chics, más tranquilos y más solicitados por artistas y profesionales independientes para vivir en él.
Imagen de Karparko, marioneta de Anton Anderle. Colección de Hetty Paërl. |
Hetty Paërl en la esquina de la calle Willemsstraat, en el barrio de Jordaan, donde se supone vivía Jan Klaassen. |
Hetty Paërl ha conocido a los grandes maestros de los títeres populares y ha viajado por todas partes donde podía hallar evidencias de los mismos. Muy amiga de Bruno Leone, tiene un libro de viajes titulado "Tegen het decor van de rokende Vesuvius", en el que cuenta sus andanzas con Bruno Leone por Nápoles y Palermo. Además del libro ya mencionado sobre Pulcinella, su gran obra es un monográfico bellamente ilustrado con muchas fotos en color dedicado a los distintos personajes europeos de la tradición polichinesca, cuyo título es "Heerekrintjes", editado por Gaade Uitgevers, Veenendaal. Por desgracia para nosotros, no hay traducción del mismo todavía en ninguna otra lengua europea. También conoció al gran maestro eslovaco Anton Anderle, al que ayudó a viajar a Austria en la época comunista. De él son unas marionetas que tiene colgadas en la pared de su estudio, con los personajes de Kasparko y Zabinka como protagonistas.
Plaza donde se encontraba el cementerio de Karthuizer, hoy en la confluencia de la calle que lleva el mismo nombre. |
Algunas reflexiones sobre Jan Klaassen y Amsterdam
Curioso pero lógico, que al estar en Amsterdam, haya pensado tanto en Venecia. Dos ciudades de canales -suele llamarse Amsterdam la Venecia del Norte, título que se disputa con algunas otras urbes con semejantes pretensiones-, que fueron independientes, libres y cabezas de un imperio, esplendorosas ambas, repúblicas las dos básicamente de mercaderes y, como me comentaba mi amigo Willem Bruls comiendo ayer en un agradable restaurante del barrio de Jordaan, también enfrentadas por un igual al Vaticano, con intensidades diferentes, por supuesto, pero persistentes. Claro que la muy católica, apostólica pero poco romana Venecia está llena de iglesias por todas partes, y su disputa política con el Papa no ha impedido que se regodeara en la proliferación de imágenes, estatuas, teatros y cuantas maneras de representar la figura humana pudiera haber.
La Oude Kerk o Iglesia Vieja. |
Fachadas de Amsterdam, cerca de la Estación Central. |
Pensamientos que me vienen a la cabeza antes de abandonar mañana Amsterdam y regresar a mi muy querida Barcelona.